Alemania y Austria reciben a miles de refugiados sirios

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COLIMANOTICIAS

Austria.- Después de días de penuria, Alemania y Austria los recibió con calor y asistencia. Son los 10 mil migrantes que llegan desde Hungría. Ya Berlín anunció que recibirá 800 mil este año.

En la remera blanca de los voluntarios austríacos podía leerse “We help the refugees” (Nosotros ayudamos a los refugiados), y para los inmigrantes representó todo un cambio que les dio tranquilidad y los hizo sonreír después de días de penurias. Este pequeño país europeo recibió durante este fin de semana unos 10.000 refugiados, muchos de los cuales siguieron a Alemania, la meta tan ansiada.

El cambio en Europa se venía gestando, pero muchos coinciden en que la exorbitante cantidad de inmigrantes que arribaron, sumado a la desgarrante foto del pequeño Aylan Kurdi muerto en la playa turca, generaron una presión que aceleró los tiempos y llevó a las autoridades del viejo continente a abrir sus fronteras internas.

Los primeros en aceptar a las decenas de miles de inmigrantes fueron Alemania y Austria, y lo hicieron con las mejores formas del bienestar europeo. “Bienvenidos a Austria. A la derecha, primeros auxilios; a la izquierda los que quieren viajar a Alemania en tren”, los recibe con cordialidad un miembro de la Cruz Roja a los miles de sirios que huyeron de la guerra y emprendieron un viaje desesperado por el Mediterráneo. Les ofrecían agua, frutas, chocolates, mantas, abrigos. Algunos refugiados retribuían con carteles en inglés que decían “Gracias, Austria”. Otros, como Maajad, comentaba al diario El Mundo: “Esto sí es Europa”.

Sin duda, una actitud muy diferente a la de Hungría, que los había confinado en campos especiales, rodeados de policías. La gran mayoría de ellos desafiaron a las autoridades húngaras y el viernes comenzaron a caminar los 175 km que los separaba de Austria. Ante el caos, los húngaros aceptaron ponerles micros. Bajo la lluvia, hicieron el trayecto hacinados. Los autobuses eran para 30 personas, pero viajaban el doble porque las familias no se querían separarse.

Un detalle muestra las diferencias que hay entre los países de la Unión Europea. La policía húngara llevaba los micros sólo hasta la frontera. Los refugiados eran obligados a bajar para caminar el trecho restante. Esto hizo enojar a la policía austríaca, que les habían pedido que llegaran con los micros hasta la estación de tren de Nickelsdorf

La ministra austríaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner, que fue a recibir a los refugiados, calificó de “difícil de entender” y “no satisfactoria” la política de Hungría hacia los refugiados, que los viene rechazando, persiguiendo y hasta criminalizando con nuevas leyes.

“Después de innumerables ejemplos de tratamiento vergonzoso a los refugiados y los migrantes por parte de los gobiernos de Europa, alivia ver al fin un poco de humanidad. Pero esto está lejos de haber acabado, en Hungría y en Europa”, advirtió Amnistía Internacional.

Los primeros en llegar a tierra austríaca, hombres y mujeres jóvenes con sus hijos pequeños en brazo, fueron recibido con aplausos por la gente que se encontraba en el lugar. “Me duelen los dedos de los pies, me están sangrando. Hemos caminado demasiado. Quiero ir hasta Alemania, pero ahí me paro”, cuenta Hammed, un sirio de 26 años, originario de Homs, con los pies vendados.

En Alemania, cientos de migrantes llegaron a la estación de Múnich el sábado, y fueron de inmediato trasladados a centros de acogida en la ciudad. Allí también tuvieron todos los beneficios esperados, como bebidas, comida y atención médica. Se espera la llegada de otros trenes en Fránkfurt y en Turingia.

Según el Ministerio de Interior, en lo que va del año llegaron 413.000 inmigrantes a Alemania, y en todo el año esperan recibir 800.000, una cifra récord. Los repartirán a lo largo de todo su territorio, en un sistema de cuotas por estado.

Desde la II Guerra Mundial que Europa no vivía una situación semejante, con cientos de miles de desplazados atravesando sus fronteras internas. “Estamos frente a una situación dramática. No es una emergencia, es algo que durará. Así que cuanto antes lo aceptemos más rápido podremos responder de manera efectiva”, admitió la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

Los países de la UE están bajo presión para dar muestras de solidaridad. Más de 366.000 personas cruzaran el Mediterráneo en lo que va de año, y 2.800 murieran en el intento. Pero el flujo no se detiene. Miles de familias siguen llegando a las islas griegas.

Con información de Clarín.com