ALCALDES EN CAPILLA

0

AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez H.

La mayoría quiere, pero pocos son los alcaldes que tienen la oportunidad de lograr un triunfo y repetir en el puesto en los próximos comicios a celebrarse el 1 de julio de 20018, incluso, aquellos que prentenden saltar como chapulines a una diputación local o federal, así como al Senado de la República, sus posibilidades son muy escasas.

En el proceso anterior, la mayoría de las presidencias municipales, incluyendo a las de mayor población, quedaron en manos del panismo. La gente confió y apostó por el cambio al votar por los candidatos del PAN. Sin embargo, ahora esa misma gente está decepcionada y arrepentida, si para ellos los candidatos priistas eran malos, los panistas resultaron peor.

Al igual que los diputados panistas en el Congreso Local, los alcaldes albiazules no supieron ni han sabido aprovechar la oportunidad que la población les dio con su voto depositado en las urnas. Sus resultados son pobres, muchos aducen que las administraciones anteriores dejaron las arcas vacías, sin presupuesto para operar y brindar los servicios que requieren sus gobernados, y las pocas y malas obras que hasta la fecha han realizado, sólo han servido para sacar a flote sus corruptelas.

A una año de que concluyan su gestión, los munícipes -en su mayoría panistas- se han mantenido en conflicto con los líderes sindicales, principalmente Héctor Insúa de Colima y Lupillo García de Tecomán, ambos personajes brillan mediáticamente más por sus conflictos que por su trabajo.

En el caso específico de la capital del estado, el tapatío Héctor Insúa García no ha sabido aprovechar la oportunidad que le dio la gente, si bien es cierto ha realizado  pequeñas o medianas obras, éstas no han sido las de mayor necesidad para los capitalinos, al grado que no le han generado ninguna proyección como lo ha sido su mal llamado “Festival Internacional del Volcán”, aplicando la frase romana “Pan y circo”, para atraer la simpatía de los colimenses.

No hace falta recorrer las colonias del sur y oriente de la ciudad capital, para percatarse del olvido en que se encuentran. A Insúa García, se le acaba el tiempo y se ve muy difícil que logre recuperarlo, y con ello sus aspiraciones de repetir se diluyen cada día más.

En el caso de Villa de Álvarez, la alcaldesa Yulenny Cortés León, luce todavía peor, incluso ha superado el pésimo trabajo de su antecesor Enrique Rojas, a quien acusa de haber dejado en ruinas financiaras al ayuntamiento.

Las pocas obras de infraestructura le han dado fama a Yulenny, pero no por su trascendencia histórica, sino por su grado de corrupción en el que se ha visto envuelta, como el caso de la avenida Ayuntamiento que a un par de meses de su inauguración, sufrió graves daños con una fuerte lluvia. Su futuro político, quedó igual que la obra, totalmente destruido.

En Tecomán las cosas no pintan como las quiere hacer parecer su alcalde Lupillo García para tratar de alcanzar la candidatura al Senado de la República. La fortaleza con la que llegó a la presidencia de Tecomán, se ha ido minando, no sólo por su permanente confrontación con Audelino Flores, líder de los trabajadores al servicio del municipio iguanero, sino porque no ha logrado desmadejar el hilo que lo lleve a resolver añejos problema. Prefiere decir “aquí corrió, que aquí quedó”.

A Manzanillo su alcaldesa panista Gabriela Benavides Cobos lo ha mantenido entre los claroscuros, lo que posiblemente la ponga en la palestra y le alcance para aspirar y ser candidata, ya sea del PAN o del PVEM al Senado de la República.

No hay más tiempo para reencausar el camino, quienes hayan logrado transformar en los dos años que llevan gobernando su respectivo municipio, tendrán su recompensa ciudadana, los otros, se irán a descansar o en su caso esperar un cargo plurinominal.