AL DESNUDO

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LA ESTAFA Y LA NEGACIÓN

Por: Édgar Rodríguez H.

Con este certero título, Martín Bonfil Oliveratí publicó en el diario Milenio el miércoles anterior un artículo en el que pone los puntos sobre las íes en el vergonzoso caso de la adquisición por el Gobierno Federal y la mayoría de los gobiernos de los estados, de la Carabina de Ambrosio que resultó ser el tan ahora famoso  GT200, diseñado dizque para encontrar armas y drogas en vehículos, inmuebles, el cielo, la tierra y todo lugar.

La gran estafa, según el articulista, se da desde el momento mismo en que un vivales vende a distintos países un supuesto “detector molecular” para buscar armas, explosivos y  drogas. El llamado GT200, “la ouija del diablo”, que según lo describe no es más que un mango con una antena que rota libremente. Se afirma que capta a distancia las “vibraciones moleculares” de las sustancias buscadas.

Bonfil Oliveratí comenta que varios países, entre ellos los Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Tailandia y México caen en el engaño. Gringos e ingleses más rápido que inmediatamente se dan cuenta del  fraude, pues  al examinar el aparato no encuentran  componente electrónico alguno en él que pudiera justificar su funcionamiento, concluyendo que el mismo está completamente hueco y que la antena gira a merced de los movimientos involuntarios del operario,  influidos inconscientemente por sus prejuicios y sesgos.

Bonfil Oliveratí cita que otros países como Tailandia, necesitaron una tragedia -el estallido de un cargamento explosivo no detectado- para darse cuenta de la estafa. Inglaterra emite una alerta a otros gobiernos. México la desoye: en el sexenio anterior se invirtieron 450 millones de pesos en comprar mil 112 detectores, para uso de fuerzas armadas, policías e instituciones como Pemex. De este tamaño es la estafa que, como siempre, paga el aguantador pueblo mexicano, tanto en dinero contante y sonante,  como por los atropellos que le han hecho al someterlo al aparato que de nada sirve.

Como suele suceder en tan vergonzosos casos, la primera reacción del gobierno es ignorar la estafa, pasar por alto que ciudadanos señalados por  “la antenita mágica” son injustamente acusados de tráfico de armas o drogas,  juzgados y encarcelados. Negar y justificar son conductas pues que han quedado al descubierto gracias a la evaluación realizada  por la Academia Mexicana de Ciencias, misma que confirmó la completa inutilidad del GT200, a pesar de la cual el gobernador de Colima, Mario Anguiano Moreno, afirma que aquí los aparatos cuyos fabricantes están ya entambados en Inglaterra, “han sido utilizados con éxito y han cumplido”, declaración que bien pudieran utilizar los embaucadores ingleses como prueba de descargo en el juicio que se les sigue.

Tarde pero sin sueño, el Coordinador  de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Colima, Félix Humberto Vuelvas Aguilar, informa que en cumplimiento a las políticas y lineamientos del Sistema Nacional de Seguridad Pública del entonces gobierno de la República, con recursos  federales del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP), compraron dos detectores moleculares a un costo de 431 mil pesos cada uno, “ equipo adquirido siguiendo un plan previamente establecido y de acuerdo a una estrategia integral, y que hasta ahora habían dado buenos resultados”.

El mismo Vuelvas Aguilar precisa que el gobernador del estado no cuestionó ningún estudio científico que se le haya aplicado al aparato mencionado, ni puso a discusión cualquier evidencia derivada de las investigaciones realizadas por algún sector de la comunidad científica mexicana o de cualquier otro país, y ratifica su plena disposición a aceptar el resultado de las pruebas a que sea sometido el mencionado detector molecular, para ser evaluada su efectividad. En tal sentido, en la postura asumida por la administración estatal, no existe ignorancia ni desdén por la ciencia y rechazamos cualquier opinión sobre posibles actos de corrupción del gobierno de Colima en la adquisición de dicho dispositivo.

SE DICE QUE…

*¡Pero qué necesidad!

*Ante los lamentables hechos de violencia que se han suscitado en el estado de Michoacán entre fuerzas de la ley y delincuentes, el ejecutivo estatal Mario Anguiano fue claro: “La problemática que representa que algunas personas se vengan pensando que en Colima es más fácil realizar actos delictivos, tenemos que demostrar que en Colima no podrán realizar actos delictivos, que sepan que cuando vengan a intentarlo se encontrarán con la ‘cara de la ley’ y se actuará conforme a derecho”.