Afirma titular de Profepa que hay más de 100 vaquitas marinas; comunidad científica lo desmiente

0

Juan Carlos Flores|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- La comunidad científica de la Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina, A.C., con sede en Baja California Sur, desmintió al titular de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), Guillermo Haro, al manifestar que existen más de 100 vaquitas marinas cuando estudios científicos han contabilizado no más de 30 ejemplares de esta especie en peligro de extinción.

Las declaraciones del funcionario federal las hizo en una reunión con representantes de los medios de comunicación en la Ciudad de México el pasado 21 de julio en donde desestimó las cifras de la comunidad científica y el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA).

También aseguró que la dependencia a su cargo pretende rescatar estos 100 ejemplares que aún sobreviven en el Golfo de California y transportados a una reserva para su protección.

“Las cifras que tenemos nosotros de estudios científicos es que hay 100 vaquitas marinas. La idea es llevarnos a todas paulatinamente”, aseguró.

Ante ello, la postura de la Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina, A.C. (SOMEMMA), que incluye científicos de la Universidad de Colima, fue enviada por escrito a la ciudad de México con copia al presidente de México, Enrique Peña Nieto.

En la misiva, consideran altamente prioritaria la recuperación y conservación de la vaquita (Phocoena sinus), única especie endémica de cetáceo en aguas mexicanas (una de las poquísimas especies endémicas de mamíferos marinos en el mundo), así como único mamífero marino listado en riesgo de extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010.

“Conocemos la información científica que ha generado la Coordinación de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático/SEMARNAT (CICMM/INECC) en materia del monitoreo acústico de la población de la vaquita. Este programa de investigación, el cual dio inicio en 1997, es pionero en el uso de herramientas acústicas para monitorizar poblaciones”, establece el comunicado.

Para el año 2007 se había informado del declive poblacional usando sólo esta herramienta, lo cual se confirmó un año después con el segundo crucero de estimación de abundancia.

Esto mostró lo exacto, preciso y rentable de las técnicas acústicas. La misma Coordinación ha encabezado el proyecto de monitoreo de la vaquita desde 2011 demostrando un decremento poblacional severo principalmente debido a la actividad ilegal de pesca de totoaba dirigida al mercado asiático.

“Sólo en el período 2015 a 2016, el monitoreo detectó un declive poblacional de 49% que, comparado con la más reciente estimación de abundancia de 59 animales en 2015 , resulta en una estimación de sólo 30 animales en 2016”.

La SOMEMMA reconoce y avala los resultados de la investigación realizada por la CICMM/INECC, y afirma que ha sido el único medio técnica y científicamente válido para conocer el estado de la especie y, en consecuencia, desencadenar las acciones necesarias de recuperación, tal como ha sido el PACE Vaquita de 2008, el Acuerdo de Veda de 2015, y el Acuerdo más reciente de veda permanente de este año.

“Considerando que las recientes y relevantes decisiones del Gobierno Mexicano para la conservación de la vaquita, incluyendo el acuerdo de veda permanente al uso de redes y el programa de reproducción en cautiverio, se sustentaron en la información científica mencionada, resultan sorprendentes y muy graves las recientes declaraciones del Procurador Federal de Protección al Medio Ambiente, acerca del tamaño poblacional de la vaquita en más de 100 individuos, haciendo referencia a unos estudios científicos con que cuentan, y que, de existir, son del desconocimiento de la comunidad científica del país y del mundo”.

Más aún, tales declaraciones refieren que las más de 100 vaquitas marinas “serán llevadas, paulatinamente, a las instalaciones de cautiverio. Esto solo pone de manifiesto un profundo desconocimiento del plan de acción acordado y de las capacidades reales para mantener cetáceos en cautiverio”.

En suma, estas declaraciones no hacen “más que confundir, en el mejor de los casos, pero podrían resultar en una pérdida de la confianza en el control de la estrategia de conservación por parte de la autoridad medioambiental”.

Mencionan que esto podría resultar en retrasos y dificultades para operar, al mal informar a la opinión pública nacional y mundial, sobre todo a las comunidades involucradas en la región del Alto Golfo de California, a las cuales se les debe dar certeza en las expectativas de las decisiones tomadas.

“Por el bien del desarrollo integral de esta región, y en búsqueda de salvaguardar un bien de nuestra diversidad biológica, es que lo conminamos a difundir de forma precisa la información sobre la estrategia de recuperación de la vaquita, aportando los datos sustentados en la mejor ciencia disponible y, en todos los casos, presentando la información en que se cimientan”.

Cabe mencionar que la clasificación del Golfo de California, como Patrimonio Mundial inscrito en la UNESCO, depende en gran medida de los esfuerzos para recuperar a la vaquita.

“Su potencial listado en los patrimonios en peligro se ve impulsado por este tipo de declaraciones sin sustento científico y que incluso alcanzan el desatino de suponer que hasta manatíes son capturados en actividades de pesca del Alto Golfo de California”.

La sociedad coincide plenamente con las recomendaciones emitidas por el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) las cuales incluyen: 1) Evitar con extrema urgencia la continuada pesca ilegal de totoaba, que podría extinguir a la especie en unos pocos meses, 2) Lograr de manera preponderante el desarrollo de pesquerías que no capturen vaquitas y que sean un medio digno de subsistencia para la comunidad pesquera de la región, y 3) Continuar con el programa de reproducción en cautiverio a fin de poder liberar individuos al hábitat natural en un futuro.

“Enfatizamos que el programa de rescate en cautiverio no tiene sentido en la ausencia de acciones encaminadas a terminar con la pesca ilegal, así como el desarrollo de pesquerías alternativas”.