Este horario se aplica en México desde 1995, de acuerdo con información del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE); su aplicación durante 2008 permitió obtener ahorros adicionales de mil 100 giga watts en consumo y 850 mega watts en demanda.
Con la medida se obtiene una reducción en el consumo de energía eléctrica para iluminación equivalente a una hora de luz artificial por las noches, lo cual tiene su mayor impacto en el sector doméstico.
En México el sector doméstico consume más de veinte por ciento del total de la energía eléctrica que se genera en el país, y de este porcentaje más de cuarenta por ciento se destina sólo a iluminación, utilizándose su mayor parte al caer la noche.
De ahí que “el establecimiento de este horario genera una reducción significativa en la demanda de energía eléctrica durante las horas pico, teniendo un impacto favorable en el sistema de generación eléctrica nacional”.
Otro de los beneficios de esta medida es que al tener un menor consumo de energía eléctrica también disminuye el uso de combustibles, los cuales hacen funcionar las centrales termoeléctricas, y con ello las emisiones de contaminantes.
El ahorro