Acusaciones de torturas a estudiante estadounidense son infundadas: Norcorea

0

* Otto Warmbier de 22 años de edad, fue arrestado en el hermético país asiático mientras realizaba una visita como turista. Fue sentenciado a 15 años de trabajos forzados por intentar robar un cartel propagandístico.

COLIMANOTICIAS

Seúl.- Corea del Norte dijo el viernes que la muerte del universitario Otto Warmbier poco después de regresar a Estados Unidos era un misterio y calificó de “infundadas” las acusaciones que apuntan a que el deceso se produjo a raíz de torturas y fuertes golpizas que habría recibido durante su cautiverio en el país asiático.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte aseguró también en unos comentarios reproducidos por la agencia oficial de noticias KCNA que Warmbier fue “víctima de la política de paciencia estratégica” del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, cuyo Gobierno nunca pidió su liberación.

“El hecho de que Warmbier muriera repentinamente menos de una semana después de su regreso a Estados Unidos en su estado normal de salud es un misterio también para nosotros”, dijo el portavoz citado por KCNA.

Warmbier, de 22 años, fue arrestado en el hermético país asiático mientras realizaba una visita como turista. Fue sentenciado a 15 años de trabajos forzados por intentar robar un cartel propagandístico de su hotel, informaron medios estatales de Corea del Norte.

El universitario fue devuelto a Estados Unidos la semana pasada en un estado de coma con daño cerebral. Finalmente, Warmbier murió el lunes.

Su muerte profundizó el conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos. Las relaciones entre ambos países ya venían mal por los desafiantes lanzamientos de misiles de Corea del Norte y por dos pruebas nucleares realizadas desde principios del año pasado, como parte de su esfuerzo por construir un misil balístico intercontinental (ICBM).

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó a “la brutalidad del régimen norcoreano” por la muerte de Warmbier, mientras que el mandatario surcoreano Moon Jae-in, que había abogado por un diálogo con el país vecino, dijo que Pyongyang tenía “una gran responsabilidad” por el deceso.

El portavoz de la cancillería norcoreana dijo que tales acusaciones son parte de una campaña de difamación destinada a calumniar a un país que otorgó “tratamientos médicos y cuidados” a una persona que “claramente había cometido un delito”.

Fuente: Excélsior