Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- En México, dijo en entrevista el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío Díaz, es necesario difundir y divulgar más qué es y para qué sirve el derecho, “para construir una cultura jurídica y enfrentar los problemas de justicia que enfrentamos como país”.
El ministro recibió este fin de semana el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad de Colima, “por sus aportaciones a la ciencia jurídica y su ejemplar desempeño en el servicio público y en la administración de la justicia en México”, como parte de uno de los eventos magnos por el 75 aniversario de la fundación de esta casa de estudios.
Para él, “tener un sistema serio de divulgación jurídica es importantes”, ya que es apenas en los últimos años cuando los grandes medios nacionales de prensa, televisión y radio generaron una fuente judicial.
En este tema la Suprema Corte, desde la presidencia de David Góngora Pimentel, recordó, ha hecho un gran esfuerzo de divulgación con libros introductorios de Derecho y sobre temas jurídicos, que los interesados pueden consultar en el sitio de internet de este organismo.
La idea, dice, “es ir creando una formación jurídica y cívica básica que sirva para que todos entendamos cuáles son los poderes, sus límites, saber además para qué sirve el Derecho y luego tratar de ajustar nuestras conductas, porque alguien puede tener una gran erudición jurídica, pero comportarse pésimamente”.
Al profundizar en el tema, Cossío Díaz abordó dos ejemplos que las universidades públicas podrían retomar e impulsar para mejorar la cultura jurídica en el país. Se trata de la Clínica de Interés Jurídico y de los Foros de Justicia Cotidiana (en diferentes temas) que en estos momentos encabeza el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), A.C.
Los foros de justicia cotidiana, enfocados por ejemplo en las aulas, se refieren a ese tipo de situaciones jurídicas presentes a lo largo de la vida de las personas y que no tienen que ver con temas penales. Es decir, escuelas con baños de mala calidad, una boleta de calificaciones que no se entrega o niños que por su discapacidad no son admitidos. Temas que requieren de la intervención del sistema de justicia. Con estos foros, lo que se quiere es mejorar, entre todos y todas, situaciones específicas que nos afectan cotidianamente.
Sobre las Clínicas de Interés Jurídico, iniciadas en 2004, son despachos en los que profesores y alumnos de Derecho escogen casos relevantes para la comunidad, con la idea de lograr transformaciones profundas en la sociedad. A la fecha, la Clínica ha llevado varios casos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, presta sus servicios de manera gratuita y selecciona los casos en función de su impacto sobre los derechos fundamentales.
En el caso de las clínicas, añadió, “hay un enorme poder de transformación, así que ojalá más organizaciones no gubernamentales y universidades públicas se conviertan en traductoras de los conflictos sociales para llevarlos a los tribunales y permitir que nosotros nos pronunciemos sobre dichos conflictos”.
Un elemento importante en la divulgación, dijo el también autor de más de 20 libros sobre temas jurídicos y de derecho, es saber escribir bien y con claridad, considerando en este sentido que la escritura sobre estos temas es muy técnica. “Uno no puede hacer poesía, en el sentido peyorativo del término, ni puede cambiar un término específico que se repita en el mismo renglón por un sinónimo. Así, un juicio de amparo siempre será un juicio de amparo, si no, puede confundir al lector”.
Comentó también que los juicios orales, como ahora sucede en Estados Unidos, podrán ser de una importante pedagogía en temas jurídicos para el gran público, aunque en estos momentos el país está un poco atrasado al respecto.
Por último, a los alumnos que hoy se forman en las universidades, les compartió un consejo de su director de tesis en España, Manuel Aragón Reyes: que problematicen todo lo que estén viendo; esto es, qué significa tal o cual palabra y cuáles son sus alcances. La idea es enseñarse a pensar con rigor y seriedad. Por su parte, él les pide que nunca pierdan la curiosidad ni las ganas de seguir aprendiendo.