ACOSO BANCARIO

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    Muchas veces esa meta se consigue a través de créditos “blandos” como Infonavit, Fovissste, en el caso de Colima, Ivecol, pero algunos más no cuentan con esos privilegios o lo que desean no está en esa instancia, entonces vienen a solicitar un crédito bancario.

    Aquí es donde el sueño se convierte en pesadilla, recordemos la década de los noventas, las instituciones bancarias se convirtieron en unos acosadores financieros de primera, poco antes del “error de diciembre” de 1994 y más allá del nuevo milenio los despachos jurídicos de TODOS los bancos se convirtieron en hostigadores profesionales.

    Aunque pareciera que esa situación ya fue superada, porque las negociaciones entre bancos y clientes quedaron saldadas, más para beneficio de la institución financiera que para el pueblo, los casos de endeudamiento no han concluido.

    ¿Por qué comentamos lo anterior? si bien las condiciones para adquirir una vivienda han cambiado para evitar los quiebres financieros familiares, los esquemas de endeudamiento se han trasladado a las tarjetas de crédito.

    Todos los bancos han repartido “plástico” de manera indiscriminada y aunque muchas gente ya no puede comprar autos con esas tarjetas. Éstas son utilizadas para financiar su comida y hasta muebles para su hogar, ya que las tiendas departamentales han entrado al juego de ganar el doble y hasta el triple a través de sus tarjetas, que no sólo le dan posibilidad al usuario de usarla en la tienda, sino que es también VISA o MASTERCARD, lo que le asegura a la tienda un ingreso más del cliente en otro establecimiento.

    El problema no está en el consumo, sino a la hora del pago un mes después y cuando la persona se retrasa en su depósito, viene el acoso telefónico y desesperante, porque no descansan en llamarles a los deudores a toda hora y en todo momento, sea a tu celular o al teléfono de casa, sea día festivo, fin de semana o en plenas vacaciones.

    Se supone que las horas y días para cobrar telefónicamente están reguladas, pero la CONDUSEF a pesar de las quejas no ha podido castigar a los acosadores bancarios, esperemos que ahora que está al frente del organismo regulador un economista con amplia trayectoria en la secretaría de hacienda, como Mario Alberto di Costanzo Armenta esta situación cambie, por el bien y la tranquilidad de miles de hogares que tienen algún tipo de deuda con los bancos.

    Lo único que le resta a los ciudadanos que no desean ser molestados en casa, a altas horas de la noche, muy temprano o en fin de semana, es acudir a poner su denuncia y parar ese abuso que no tiene razón de ser, existen los mecanismos jurídicos y financieros (intereses) para que el cliente cumpla con sus pagos.