Por: Arnoldo Vizcaíno Rodríguez
Desde el principio AMLO dijo que su prioridad no sería perseguir a los saqueadores de México, pues si lo hacía no se daría tiempo para transformar al país y solo sobrepoblaría las cárceles de pillos que entre todos tendríamos que darles de tragar. Pero también dijo que nadie se confundiera, que el hecho de que esa no sería su principal ocupación no impediría que la fiscalía y el poder judicial cumplieran con su responsabilidad en ese aspecto.
En mi opinión, desde hace pocos días inició la que pudiéramos llamar Justicia y Limpia. Ya empezaron a caer peces de buen tamaño y, sin estridencias ni triunfalismos se ve cómo se empieza a desenredar la madeja. El hilo conductor lleva a muchos lados y las autoridades muy serenas, simplemente vienen cumpliendo su deber. AMLO ni siquiera se ocupa del tema, pues también él, muy en su papel, tiene claro que juzgar a esos pillos no es función suya si no del poder judicial.
Antes, los presidentes de la república recién que tomaban posición del cargo al que llegaban si legitimidad, encabezaban una aparente cacería de brujas que terminaba con la pesca de algunos charales y si acaso encarcelaban a un pez de buen tamaño, era porque el señor presidente quería vengarse de ese infeliz, al margen de sus triquiñuelas. Hoy las cosas se hacen de manera diferente, sin prisas la ley se viene aplicando a quienes se les acredita que la violaron. No por otra cosa andan tan nerviosos por lo menos Salinas, Fox, Calderón y Peña; todos ellos sienten pasos en la azotea, y lo peor, que es lo mejor para el pueblo, es que ya les quedó claro que por mucho que huyan, hasta donde vallan serán alcanzados; que en adelante su vida será azarosa, pues en tanto no caigan en la red tendrán que andar tensos, a salto de mata, hasta que finalmente sean alcanzados por los brazos de la justicia que parece ya no se prestará a mas triquiñuelas.
A personajes como Salinas y Peña, los veo haciendo maletas para poner decenas de miles de kilómetros de por medio, creyendo que si se van al otro lado del mundo no podrán ser alcanzados. Entre más voluminoso sea su equipaje más fácil será seguirles el rastro; es que ellos se resisten a renunciar al producto de su saqueo inmisericorde en contra del inerme pueblo durante los 6 años que lo tuvieron a su merced.
Fox y Calderón andan tanto o más asustados que Salinas y Peña, pero son más torpes que los priistas para preparar su operación fuga; a veces pienso que ellos se inclinarían a creer que habría alguna clemencia judicial por no ser priista su origen. No alcanzan a entender que quizá su pecado fue mayor, pues uno se robó la presidencia y ambos, proviniendo supuestamente de la oposición, desperdiciaron la gran oportunidad que tuvieron en sus manos para servir a México.
Sigamos los acontecimientos, todo apunta que la pesca será abundante y con ejemplares de muy buen peso.
APARTE:
1.- Algunas señas parecen indicar que el temporal de lluvias tiende a regularizarse, las últimas precipitaciones posibilitaron ya el establecimiento de muchos cultivos, principalmente de arroz y maíz, ojalá todo se mejore.
2.- La calidad de la melcocha.- se hizo un buen arguende, en general muy positivo, por la decisión de AMLO de regresar a México por Colima, después de su gira por Coalcomán y Buenavista-Tomatlán, en Michoacán; ¡qué bueno!. Infiero que el presidente tomó esa decisión por cuatro razones: primera, quiere mucho a Colima, hace años (1999) en visita a esta tierra, me dijo: “tu tierra se parece mucho a la mía, pero Colima en bonito”; segunda, es más práctico tomar aquí el avión que hacerlo en Uruapan o Morelia; tercera, le gusta recorrer carreteras y conocer sus condiciones, por cierto muy deprimentes de la que desde Buenavista, Mich. Llega a Colima, pasando por Potrerillos, Estapilla y Tepames. ¿Qué presidente ha recorrido por tierra este tramo?, ¡ninguno!, acaso Lázaro Cárdenas antes de 1940; y cuarta, le gusta el sazón que Neto da a la carne en Las Brasas.